"The Alto Knights" de Barry Levinson, cuando al cine de mafias le quitas la rabia que sale de las entrañas

A priori la dupla Levinson - De Niro en una historia de gangsters debería ser un valor seguro. "The Alto Knights" nos trae cine de mafias basado en la relación real que mantuvieron Frank Costello y Vito Genovese, ambos interpretados por el incombustible actor. Pese a su aire clásico no consigue mantener un ritmo ni una intensidad suficiente para conectar con el espectador.

Barry Levinson siempre será reconocido por películas como "Rain man" (que le valió el Oscar) o "Good morning, Vietnam" entre otras muchas. Su relación con el cine de mafias se remonta a "Bugsy" sobre el conocido gangster con Warren Beaty de protagonista. Una carrera plagada de títulos de renombre donde ya coincidió en varias ocasiones con Robert de Niro, la última en el interesante telefilme "The wizard of lies".

Se vuelven a juntar en "The Alto Knights" con la responsabilidad por parte de Robert de Niro de interpretar tanto a Frank Costello como a Vito Genovese. La película se centra en el regreso de Vito a Nueva York para recuperar el trono que cedió temporalmente a Frank Costello. A partir de ahí, el choque entre ambos se recrudece y desata un enfrentamiento sangriento. 

Yo que soy un apasionado del cine negro y que me he enamorado de los grandes papeles de mafiosos que ha interpretado Robert de Niro en películas inolvidables como "Uno de los nuestros", "Casino" ó "Los intocables de Elliot Ness", las expectativas tan altas que tenía en "The Alto Knights" no se han visto cumplidas. Y no es por el excelente trabajo del actor que vuelve a ofrecer una lección de talento ni por la ambientación que recuerda a los grandes clásicos del género, la decepción viene a través de un guion con altibajos que nunca acaba de despegar.

Barry Levinson apuesta todo por el guion y no sale bien. Consciente que con De Niro no necesitas otra cosa que poner la cámara con cierto gusto, me falta tensión y entrañas. Cuando disfrutas una película de Scorsese, lo que más te atrapa es que sigue teniendo la rabia dentro y lo traslada a sus trabajos. En Levinson la sensación es de haberlo hecho todo y limitarse a cumplir expediente.

En el guion no solo falla el ritmo, tampoco los diálogos sacan lo mejor de los personajes. Excepto en contadas ocasiones donde sentimos flashazos del mejor cine de mafias, el texto es convencional y plano. Es una película que recomendaría a aquellos seguidores incondicionales del cine negro y de Robert de Niro. No aporta nada nuevo y probablemente no será un título muy recordado, pero sacia un poco las ganas de mafia que muchos tenemos.

José Daniel Díaz