El Festival de San Sebastián incluyó en su Sección Oficial la serie "Querer" de Alaúda Ruíz de Azúa, directora que triunfó con su película "Cinco lobitos" hace un par de años. Un total acierto por parte de la Organización que apostó por esta llamada de atención sobre el abuso y la violencia machista en el marco familiar. Cuatro capítulos que ahora estrena Movistar Plus.
"Querer" es riesgo y sensibilidad a partes iguales. Es gratificante encontrar apuestas que van más allá de lo evidente y lo tópico, producciones que no se quedan en la superficie ni desprecian la inteligencia del espectador. En esta serie se comparte la visión de la víctima, del verdugo y de las personas que rodean a la pareja y están directamente afectadas. Todas y cada una de ellas se muestran tal y como son y el espectador es el encargado de juzgarlas.
Lo que es evidente, y así lo muestra la serie, es el terrible periplo judicial y personal que debe superar la víctima para ser escuchada y, en el mejor de los casos, creída. Nagore Aranburu hace un trabajo excepcional transmitiendo con miradas y gestos el desgaste emocional, personal y económico que una víctima debe sufrir. En el caso de esta historia es aún más complicado puesto que se denuncia el abuso continuado que ha vivido por parte de su marido durante 30 años.
Pedro Casablanc interpreta magistralmente al abusador, a la persona que de manera continuada ha vejado a su mujer amparado en una sociedad patriarcal a la que cuesta convencer que en un matrimonio también pueden existir violaciones, abusos y maltratos, sobre todo psicológicos.
A lo largo de sus cuatro fabulosos capítulos viajamos por el impacto personal, judicial y familiar que supone una decisión como la que toma la víctima. Es especialmente relevante la reacción de los dos hijos de la pareja interpretados por Miguel Bernardeau e Iván Pellicer, ambos estupendos en sus caracterizaciones.
Como comentaba la directora, poner el foco en responder preguntas habituales que siempre se plantea la sociedad ante este tipo de situaciones como "¿por qué tarda tanto la víctima en denunciar?" o "si está siendo maltratada, ¿por qué no le dejó antes?", era uno de los objetivos fundamentales. Pero también llegar a ser conscientes de lo difícil que es demostrar ciertas cosas y conseguir que se cumplan las resoluciones judiciales relacionadas con la pensión o la orden de alejamiento.
Nos encontramos ante una de las grandes series del año. Un reparto espectacular para un guion bien tirado que bajo la dirección de Alauda, alcanza un grado de sensibilidad y calidad digno del tema que trata. Pero lo realmente importante será abrir los ojos y concienciar a un buen puñado de personas. Si ese objetivo se alcanza, el éxito será total.
Crítica: José Daniel Díaz
Fotos: María del Mar Ríos
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