Desde Noruega, y tras su paso por el BCN Film Fest, nos llega una irreverente y explosiva comedia dirigida por Hallvar Witzø. Se trata de "Todo el mundo odia a Johan", una comedia muy negra que nos sorprende por su originalidad y el buen uso de la sonrisa como arma de crítica social.
El cine europeo sigue dando gratas sorpresas, especialmente en la comedia negra. Rápidamente nos viene a la mente el director sueco Ruben Östlund, doble ganador en Cannes, que con películas como "Fuerza mayor" o "The Square" fue capaz de trasladarnos la miseria humana con un sentido del humor muy particular. Otro buen ejemplo es la alemana "Toni Erdmann" de Maren Ade, que obtuvo múltiples premios y nominaciones.
Ahora es una película noruega la que nos impresiona con su buen uso del humor para esta historia de amor salpicado de bombas. Johan pertenece a la familia Grande, un clan especializado en el uso de la dinamita que fueron esenciales para obtener la victoria en la II Guerra Mundial. El uso indiscriminado de estas bombas genera un fuerte rechazo en la aldea. A Johan, la exclusión social y alguna explosión descontrolada, le impide mantener una relación con la chica a la que ama pero eso no le impedirá intentarlo una y otra vez.
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