"Live is life", un viaje a la nostalgia más aventurera

Tras su paso por la 24 edición del Festival de Málaga (sí, la de 2021), por fin se ha estrenado "Live is life" de Dani de la Torre. Un encuentro nostálgico con los recuerdos vacacionales en el pueblo, aderezado con un punto de aventura y fantasía. Un entretenido viaje a nuestra adolescencia.

Dani de la Torre es uno de nuestros directores con más enfoque comercial. Y lo digo en el buen sentido. Es un cineasta que sabe mantenerle el pulso a la cámara y captar la atención del espectador durante todo el metraje. En "El Desconocido" nos enseñó algunas de las mejores escenas de persecución de nuestro cine. Le dio una vuelta al thriller con una historia tan simple como efectiva. 

Es de alabar su valentía en "La sombra de la ley", de nuevo con Luis Tosar, donde rescataba el cine de gangsteres tan poco visitado en nuestra filmografía. Aunque no era perfecta, sí consiguió encajar los conceptos básicos del cine negro. Finalmente, la serie "La Unidad", que ya lleva 2 temporadas, le sirvió de estandarte definitivo para una carrera que prácticamente acaba de empezar.

Ahora cambia el tercio totalmente y nos regala "Live is life", un viaje a sus recuerdos que fácilmente se podría comparar con la mítica "Cuenta conmigo". Sin embargo, no puedo dejar de rescatar otro título maravilloso de nuestro cine como es "Héroes" de Pau Freixas.

El espectador se encuentra ante un grupo de jóvenes cuya aparente inocencia se distorsiona por las circunstancias que vive cada uno de ellos. Su mirada, que rebosa fantasía y ansias de libertad, contrasta con el drama de la realidad. Arranca la película con una evidente escena de bullying que se disfraza de una manera desenfadada. Esa es la dinámica de la película, no regodearse en la tragedia sino buscar la aventura hasta en las peores situaciones.

El cáncer que padece uno de los protagonistas o la difícil situación familiar de otro de ellos, podría hacernos caer en la desesperanza o el drama. Pero "Live is life" no pretende embarcarse en esas tragedias. Juega con las ganas de vivir de cualquier adolescente para encontrar la sonrisa hasta en los momentos más difíciles.

Probablemente su vocación aventurera y juvenil sea la mejor carta de presentación de la película. En ningún momento dejan de ser adolescentes con intereses y problemas acordes a su edad. Nunca dejan de bromear entre ellos y de enfadarse y reconciliarse a los pocos minutos. Porque el drama personal de cada uno se esconde en el cajón de no pensar. 

Dani de la Torre consigue recuperar el cine de aventuras desde la nostalgia, como si rescatara a esos goonies de Richard Donner. A los que fuimos adolescentes en los 80 o 90, será complicado no despertar vivencias de esa época. Dani de la Torre ya ha rescatado el cine negro, el thriller, las series policíacas y el cine de aventuras. ¿Qué será lo siguiente?

José Daniel Díaz