miércoles, 13 de noviembre de 2019

El director Abel Ferrara presenta la valiosa "Tommaso" en el Festival de Sevilla

El legendario director Abel Ferrara estuvo presente en Sevilla para presentar su nueva película "Tommaso" protagonizada por Willem Dafoe. Sin ser uno de sus mejores trabajos, merece la pena descubrir esta historia.


La jornada también nos ha traído la inclasificable "Liberte" de Albert Serra y en la sección EFA la danesa "Sons of Denmark" de Ulaa Salim.

"Tommaso" es un largometraje autoreflexivo dirigido por Abel Ferrara y en el que Willem Dafoe interpreta a un artista estadounidense que vive en Roma en medio de un drama de duda y desconexión. Este filme viene a ser una confesión cinematográfica del director, en la que plasma sus propias experiencias en lo referente a su vida personal. El argumento se centra en cómo rompió con su esposa Christina, con la que tiene un niño de cuatro años.


Una película terapéutica, la obra más personal de su autor, y, sobre todo, separa esta película de su anterior, da la sensación de que hay una colección de escenas grabadas con prisas, impropias de Abel. Y con tantas prisas se le ha olvidado dejarla en 20 minutos menos de metraje. Quizás merezca la pena por ver la interpretación de Willian Dafoe que navega por la vida entre terapia, pesadillas, demonios personales, las adicciones pasadas, la realidad y las ensoñaciones. 

Es verdad que no es "Un Rey en Nueva York" o "El Funeral", y que no será una película de culto, pero sí una obra sincera y valiosa. El mundo de Abel Ferrara, un mundo que mezcla realidad y fantasía simbólica.

La verdad no se si me apetece mucho hablar de la siguiente película. Su director es Albert Serra y sus anteriores trabajos fueron "Honor de Cavalleria" y "La muerte de Luis XVIII". Ahora nos trae "Liberté", una inclasificable (no se si llamarla) película que nos traslada a 1774, unos años antes de la Revolución Francesa, entre Potsdam y Berlín. Madame de Dumeval, el Conde de Tesis y el Duque de Wand, libertinos expulsados de la corte puritana de Luis XVI, van en busca del legendario Duque de Walchen, un seductor y libre pensador alemán. Solos en un país donde reina la hipocresía y las falsas virtudes. Su misión: exportar el libertinaje en Alemania. Pero antes deben encontrar un lugar seguro donde continuar sus prácticas licenciosas. ¿Las novicias de un convento cercano se dejarán también arrastrar ellas por esta noche oscura donde sólo reina la ley del deseo insaciable?


Rodada íntegramente de noche, con muy poca luz, y no porque el cine de sexo no tenga fronteras ni lecturas ni nada homologado, pero sí es en sus formas, que seguramente es la intención de su director. Combina lo meramente escatológico, pornográfico, sumiso, el despotismo, miradas viscosas y el sadismo unido al dolor y a la muerte. 

Perturbar al espectador durante los 132 minutos, que se hacen eternos, agobiante a veces, y donde casi no hay diálogos ni palabras, ni música. Ante su visionado habrá quien lo rechace como yo o los que aceptarán unirse a lo que el director propone, de desviar la mirada o no, o de aceptar jugar el juego que propone en este tan particular rodaje cinematográfico.Yo no he jugado. Ni me apetece.

Por último, de la Sección EFA llega "Sons of Denmark" de Ulaa Salim. Tras el aniversario de un atentado islamista en Copenhague, la extrema derecha sube en las encuestas electorales, la radicalización se ha intensificado y la tensión racial ha crecido. El título hace referencia a un grupo de neonazis que creen en la deportación obligatoria, incluso para los que han obtenido la nacionalidad danesa. Su ira aumenta debido a un bombardeo que aparece en la secuencia previa a los créditos. De las cenizas surge Martin Nordhal (Rasmus Bjerg), el rostro del nacionalismo político. Es el líder de un partido emergente que pretende captar el voto de los que piensan que la identidad étnica de Dinamarca se ha deteriorado con la llegada de inmigrantes al país. 


Desafortunadamente, Salim accede a un clima político que resultará familiar al público europeo y mundial puesto que la retórica de Nordhal gana votos. Dos jóvenes palestinos que no ven con buenos ojos cómo va Dinamarca, deciden actuar. Nos muestra cómo son los últimos días de ambos, cuando son reclutados para llevar a cabo un atentando suicida, cómo se sienten con respecto a sus familias, sus miedos, sus dudas y la manera en las que son manipulados. 

Me ha dejado un buen sabor de boca, un verdadero thriller que es provocador, ambicioso, con una realidad que existe, que por desgracia es real, y que para algunos muestra que la única manera para luchar contra el odio que muchos sienten es justamente convertirse en parte de ese mismo odio que nace del miedo. Su director Ulaa Salim juega de manera notable con la evolución de los dos protagonistas, sobre todo con el personaje de Ali, y analiza de una manera veraz cómo una persona puede llegar a convertirse en radical. Un buen ejercicio del terrorismo islámico que deberían de proyectar en colegios y del que se podría hablar largo y tendido. 

Justamente durante la proyección, y las casualidades, se estaban cerrando los colegios electorales con las elecciones generales en España y con el denominador común en los dos casos del auge de los partidos extremos.

José Antonio Díaz Domínguez
@Jose_A_Diaz_Do
Festival de Sevilla 2019

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