Crítica: "Noche de bodas"

En el Festival de cine de Sitges se presentó, en la Sección Oficial Fantástico a Competición, "Noche de bodas" de los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillet ("V/H/S" (2012), "Southbound" (2015)).

En la presentación de la película en el festival, Samara Weaving, su protagonista, nos dejó el mensaje de que disfrutáramos tanto la película como ella la había disfrutado durante la grabación de la misma. Y eso hicimos.

Tras un fastuoso y ostentoso enlace ceremonial, Grace (Samara Weaving) espera tener una tranquila y plácida noche de bodas, pero sus deseos se ven truncados cuando se ve obligada a participar en una extraña tradición familiar. Se trata de jugar a un juego al azar con todos los familiares. En este caso el juego escogido es el del escondite. Grace va a tener que darlo todo si quiere encajar en la adinerada dinastía de su flamante marido, quienes le explican lo que a priori es este sencillo juego. Lo único que tiene que hacer la novia es sobrevivir a la noche de bodas mientras los demás le dan caza.

Con este punto de partida se empieza a germinar una satírica comedia negra donde se mezclan toques del fantástico y el terror, todo ello hilado con un trasfondo que tiene más que decir de lo que simplemente puede aparentar. Y es que en esta comedia negra sale a la luz la lucha de clases y el gran sesgo social que existe hoy día, todo ello aderezado con el impacto que tienen el alcohol y las drogas en la sociedad.

El público se entregó en el Auditori con aplausos y vítores que iban in crescendo a medida que podíamos ver la transformación de la debilucha Grace en una mujer dispuesta a hacerlo todo por defender su vida.

Destacable el papel de suegra bruja malota que interpreta Andy McDowell que tan acostumbrados nos tiene a otros papeles completamente opuestos y que, en este caso, sorprende muy gratamente.

Y es que precisamente este toque cómico y ligero hace de la película una agradable sesión de entretenimiento con momentos de todo, mezclando la comedia, el thriller y el terror con algún toque gore en una proporción adecuada. Por tanto, nos ofrece eso que tanto nos gusta a los Sitgeros, un festival de sangre a raudales con giros cómicos y entretenimiento por doquier.

Recomendable para cualquier amante del cine de Sitges. No os esperéis más de lo que os he dicho porque os defraudará. La película da justo lo que necesitas en una noche de Halloween. Estáis pues Ready or Not?...

Mi puntuación: 7/10

David Sanmartí
@ddsanmarti
Festival de Sitges 2019