Valeria Bruni Tedeschi ha presentado en Sección Oficial "La casa de verano", una comedia que no termina de funcionar. Más aceptación ha tenido "Pity"del director Babis Makridis, ejemplo de la nueva y famosa hornada del cine griego.
Esta jornada también nos ha traído "Idrissa, crónica de una muerte anunciada" en Sección Oficial y la estupenda "Border" y "Michael Inside" en la Sección EFA.
La película más llamativa de la jornada era "La casa de verano" de la directora Valeria Bruni Tedeschi a quien el festival de Sevilla le rindió un homenaje en el 2016. En esta película, ademas de directora, interpreta a Anna, una mujer que va a pasar sus vacaciones a una casa de la Costa Azul. Rodeada de familiares y amigos de una clase alta mundana, en un intento de recuperarse tras una ruptura y escribir un guion de su próxima película, se entrega sin ridículo a una autoparodia donde se ríe de sus propias películas, y de sí misma. Eso sí, con un metraje excesivamente largo.
No termina de funcionar la trama. Ese desequilibrio familiar y las relaciones paralelas se van difuminando sin llegar a ningún puerto. Una casa que se hace enorme, sin sentido, al igual que sus moradores. Prometía más y se queda en un intento olvidable para una comedia en tres actos descafeinada.
Nos ha gustado más "Pity" de Babis Makridis. Cuenta cómo un acomodado abogado instalado en la tristeza, a raíz del accidente de su mujer que se encuentra en coma, se instala en la rutina diaria y confortable. Se siente bien cuando recibe las condolencias de su tintorero, o la vecina que asiduamente le hace un pastel de naranja. Y así día a día de melancolía, en una vida insípida, rutinaria y cómoda donde no tarda en volverse adictivo a ser infeliz.
"Lo siento mucho, anímate ten paciencia, saldrá de esta"... son expresiones con las que se siente confortable. Pero un día su mujer despierta del coma y la historia se convierte en una negrísima comedia. En vez de sentirse feliz, su mundo se desmorona y se siente mal con las buenas noticias. Se pregunta qué va a hacer ahora, sin esa piedad alrededor suyo, incluso finge seguir en la misma situación y ocultar la mejoría de su mujer.
Solo está feliz siendo infeliz con una vida insípida, rutinaria y cómoda. Le gusta instalarse en la frialdad, el hermetismo, la crueldad y la recreación sobre su rol social y la pena que transmite. Muy en la línea de Haneke y de "Funny Games" (1997) y con el contrapunto de la música clásica que vuelve todo negro (muy negro) sin olvidar los toques de humor. La incluímos para premio.
La última película de Sección Oficial de la jornada ha sido el documental "Idrissa, crónica de una muerte anunciada". El guineano Idrissa Diallo de 21 años falleció en una celda de un centro de internamiento en Barcelona hace cinco años. Un hecho del que nadie se hizo responsable y que con los cineastas Xavier Artigas y Xapo Ortega, realizan un relato para esclarecer la verdad, una visión dolorida de paredes que claman justicia.
Dentro de la Sección EFA, la ganadora de la Sección Un Certain Regard de Cannes, "Border" está basada en una novela de John Ajvide. Tina (Eva Melander) es una guarda frontera, que tiene un peculiar don, su gran olfato para detectar al pasar por la aduana a los que llevan contrabando. Uno de sus días de trabajo aparece Vore (Eero Milonoff ), un hombre extrañamente muy parecido a ella del que inmediatamente se siente fascinada. Así empieza una peculiar, y nada convencional relación.
El director danés de origen iraní Ali Abbasi nos adentra en el mundo de las hadas y los trolls con una fascinante, provocadora y perversa fábula sobre todo lo diferente e inexplicable. Un hilo de misterio acompaña todo el metraje con un discurso que nos hace cómplices a los espectadores y nos traslada al realismo escandinavo. Sus juegos narrativos sobre la fascinación por la fealdad, por lo grotesco, para balancear registros dramáticos desde la ironía, pasando por el drama, y culminando en clave romántica. Incluso logra que empaticemos con Tina.
Es de agradecer a los programadores del Festival este tipo de cine que ofrece una propuesta arriesgada, reflexiva, perturbadora, y sobre todo una hermosa muestra de libertad. Una obra donde se tocan temas como la violencia, la venganza misatropa, la pedofilia, el sexo, el aislamiento del Otro... Me recuerda a títulos como "El que recibe el bofetón", "El hombre que ríe" o "La parada de los monstruos". Una película muy interesante, inteligente y con coraje. No deja indiferente.
Y finalizamos con otra propuesta de la Sección EFA, "Michael Inside", la película irlandesa más exitosa del año. Nos cuenta la historia de Michael, un joven de 18 años sin rastro de maldad, pero muy mal rodeado, que se enfrenta a una condena de tres meses por tener droga en casa. Con su padre en la cárcel y viviendo en una casa de protección oficial con su abuelo, el interés de los dos es que cumpla la condena y salir lo más limpio posible del trance. Quiere volver al buen camino pero la cárcel le deparará sorpresas.
El género carcelario es quizás uno de los más fascinantes del cine. Ese mundo entre cuatro paredes donde cada día es una prueba de supervivencia. Su director Frank Berry explora con sencillez la experiencia que supone entrar por primera vez a la cárcel y sus consecuencias, unas consecuencias que pueden nacer de la maldad de terceros.
Una historia que nos han contado miles de veces y que ya poco puede aportar al género a lo largo de la historia del cine. Podía haber tenido cientos de finales. En esta es atropellado, opresivo, con un mensaje afilado y real a la vez. Eso si, es cercana, está bien rodada, rutinaria y efectiva, pero totalmente prescindible.
José Antonio Díaz
@Jose_A_Diaz_Do
Festival de Sevilla 2018
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