El primer día del festival, viernes 9 de noviembre, nos trajo, además de la ya reseñada "Non-Fiction", algunas propuestas interesantes. La primera "El Rey", basada en la obra de El Teatro de Barrio, con más de 200 representaciones y dos años en los escenarios.
También hemos podido visionar propuestas muy distintas como "Donbass" del director Sergei Loznitsa y "At war (en guerre)" de Stephane Brize.
En el teatro denuncia que plantea la opera prima de Alberto San Juan y Valentín Alvarez, la primera imagen que vemos es al actor Luis Bermejo sentado en un sillón, con los ojos muy abiertos y asustado. Encarna al rey emérito Juan Carlos I y comparte escenario con Alberto San Juan y Willy Toledo que interpretan a varios personajes de la vida política, social, bancaria y de la prensa.
Todo en un escenario vacío, solo con la luz de los focos, un atrezzo sencillo y a lo largo de un metraje de 84 minutos donde saldrán preguntas relacionadas con sus años de reinado pero no respuestas. Su relación con Franco, su idea del reinado, Adolfo Suárez, el partido comunista, los GAL,... incluso una entrevista de Jesús Hermida, la entrevista imposible.
Una historia oficial a todas luces imprecisa, muy corta, con muchos interrogantes donde a lo mejor el futuro espectador tendrá sus dudas. Willy Toledo da en el clavo cuando asegura que "siendo nosotros quien somos,la gente puede esperar que sea un espectáculo basto y soez sobre él". No nos olvidemos que es una ficción sobre la realidad, con la convicción de que solo puede cambiar su realidad aquel que la conoce. Hay que resaltar el trabajo de un magnífico Luis Bermejo, metido en el traje de un monarca desorientado y desmejorado, a veces perdido, recién abdicado.
Alberto San Juan nos aclara que "la peli no es la obra de teatro filmada, es una película teatral. Hay una elaboración a partir de la obra de teatro para que tenga sentido, con una doble intención, la estética y la política". Si la vieron en el teatro, tienen de nuevo la oportunidad de verla en pantalla grande. Si la representación teatral tiene el defecto o la magia de durar poco más de una hora, la película permite congelar las ideas, rebobinar para apuntar una frase o varias, o ver varias veces la misma escena. Todo ello sin olvidarnos de un buen guión.
En la Seccion Oficial se ha presentado "Donbass" del director Sergei Loznitsa que ya en el 2015 obtuvo el premio a la mejor película en la sección Nuevas olas no ficción con "The event". La recreación, desde la ficción, de trece historias en forma de cortometrajes basados en vídeos domésticos reales sobre un sarcástico retrato de la guerra que sacudió Dombas. En la Ucrania de los años 2014 y 2015 encontramos una región sometida al ejercito ruso enfrentada a las fuerzas separatistas y a sus diversos grupos paramilitares. Viene precedida por el premio a la mejor dirección en Un certain Regard del festival de Cannes.
La crudeza y la sátira van unidas de la mano, aunque a veces es desconcertante. La primera escena nos presenta a un grupo de mujeres maquilladas preparadas para posar ante las cámaras de televisión en una clara apuesta de un supuesto atentado de un coche bomba. Creo que tendríamos que revisar el mapa geopolítico del conflicto para comprenderla mejor. Te pierdes con tantas fronteras, no saber quiénes son los buenos y quiénes los malos. Habría que preguntar al director por esa confusión, de tantas fronteras aunque tampoco hace falta mucho para descifrarla con el mosaico de pequeñas historias supuestamente encadenadas con el motivo de la corrupción.
Unas historias que van de la comedia mas grotesca con la escena de la boda o la del hospital, intentado explicar dónde esta la comida... hasta una excesiva escena del linchamiento en plena calle de un supuesto fascista traidor. Una película necesaria sobre una guerra, un conflicto, que teníamos olvidado pero a muy pocos kilómetros de nosotros. Para reflexionar.
Y la ultima película del día fue la francesa "At war (en guerre)" que nos narra la historia de Lauren Amadeo (Vincent Lindon), portavoz de los 1.100 obreros que se resisten a quedarse sin empleo porque la empresa, tras someter a los trabajadores a duros recortes con las excusa de salvar su trabajo, deciden cerrarla. Laurent lidera una encarnizada lucha por la justicia y por mantener los puestos de trabajo.
Rodada con un espíritu de documental, vemos en primera persona las protestas callejeras y las duras negociaciones con el gobierno y los patrones. Nos metemos de lleno en una huelga de varios meses, con sus altibajos, donde a veces parece que se va a solucionar todo. Pero se ramifican los conflictos y la rabia se apodera de todo.
Está rodada con mucho rigor, con diálogos brillantes, a veces a gritos. Cine social, necesario, honesto, bien contado y maravillosamente interpretado al que acompaña un montaje electrizante y un discurso brutal. Recomendado especialmente para sindicalistas.
José Antonio Díaz
@Jose_A_Diaz_DoFestival de cine de Sevilla 2018
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