Crítica: "Blair Witch"

El Festival de cine fantástico y de terror de Sitges presentó la película "Blair witch" de Adam Wingard que se estrena ahora en la cartelera española. Se esperaba con mucha expectación esta secuela de la famosa "El proyecto de la bruja de Blair" (1999) que tanto éxito obtuvo. Sin embargo, tras su presentación en Sitges, la sensación general (y nuestra) fue de gran decepción y de oportunidad perdida.

Veinte años después de la desaparición de Heather Donahue en el bosque de Black Hills en Maryland, mientras buscaban información acerca de la bruja de Blair, James (James Allen McCune), su hermano pequeño, prepara una expedición para adentrarse de nuevo en el bosque siguiendo la pista de un video aparecido en YouTube en el que aparece o parece el reflejo de una mujer que podría ser su hermana. 

Para conseguir descubrir la verdad sobre el vídeo subido, James y unos amigos se dirigen al lugar equipados con toda clase de tecnología actual, como cámaras y drones, y acompañados de dos lugareños que se ofrecen para acompañarles al bosque.

Este es el punto de partida de la producción que nos presenta Adam Wingard, responsable de títulos como "The Guest" ó "Tú eres el siguiente", que busca una supuesta secuela que sabe más a remake. Las similitudes que encontramos durante todo el film con la primera parte hacen de ésta un film tedioso y aburrido que no aporta nada nuevo. Y todo eso a pesar del entorno angustioso y lúgubre que rodea al film durante todo el metraje.

La película visita prácticamente todos los lugares de la primera parte con las mismas secuencias y unas más que previsibles escenas con, eso sí, un notable incremento de decibelios respecto a la predecesora.

En definitiva, una supuesta secuela que quedará en el olvido por una preocupante falta de ideas. Y es que una secuela de este tipo debería haber generado un “hype” como lo hizo la primera al que hubiera acompañado un guion de primera línea para, al menos, estar a la altura de otros filmes del director.

David Sanmartí

@ddsanmarti