
Posiblemente concentrar en algo más de dos horas todas la experiencias vividas por Nelson Mandela, sea misión imposible. El retrato, que abarca desde su juventud hasta que es nombrado Presidente de Sudáfrica, recoge muchos elementos que, en algunos casos, se tratan con tibieza y poca profundidad. Aún así, no deja de impactar y emocionar la lucha por la libertad y contra el "apartheid" que se produjo en el país africano.
Justin Chadwick ("Las hermanas Bolena") basa su película en la autobiografía "Long Walk for Freedom" del año 1995. Aunque en líneas generales no hay nada sorprendente en los hechos relatados, sí impacta la evolución de Winnie Mandela. Su camino desde el equilibrio hasta la más enquistada violencia es asombrosa y natural, lo que refuerza el valor de la apuesta por la convivencia pacífica de Mandela.
Si hay dos puntos especialmente destacables de este film es la interpretación de sus protagonistas y la hermosa canción "Ordinary Love" de U2 que recibió el Globo de Oro recientemente. Idris Elba ("Pacific Rim") como líder sudafricano de la CNA (Congreso Nacional Africano) capta a la perfección su carácter contenido y, a la vez, de gran luchador contra las injusticias. Naomie Harris ("Skyfall"), por su parte, logra realismo y verdad en todo ese camino hacia el extremismo.

No deja de escandalizar que a finales del siglo XX todavía hubiera casos de racismo tan brutales como los acaecidos en Sudáfrica. Por eso, esta película es necesaria y didáctica para que aprendamos de errores anteriores y nos aseguremos que jamás volverán a ocurrir. Si además está bien dirigida e interpretada... mejor que mejor.
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