
No es fácil adaptar una obra de teatro a la gran pantalla. El principal motivo es la diferencia de ritmo entre ambas artes. El cine debe ser dinámico, impactante en su texto y su imagen, y sorprendente en su puesta en escena. A diferencia del teatro, el espectador necesita interpretaciones más contenidas pero con mayor carga emocional.
"Agosto" cuenta el reencuentro de una familia tras la extraña desaparición del cabeza de familia. Esta reunión desvela grandes secretos que llevaban escondidos muchos años desatando un sinfín de conflictos.
Gracias a unos personajes muy marcados emocionalmente, el retrato que se genera es convincente. Violet, interpretada por Meryl Streep, es una mujer que alberga rencor, tristeza, humillación y mucha violencia verbal. Sus tres hijas, de caracteres muy distintos entre sí, se van desgastando poco a poco, víctimas de sus propias carencias y empujadas por la viperina lengua de su progenitora.

Los Globos de Oro ya se han hecho eco del fantástico trabajo interpretativo nominando a las dos actrices principales y posiblemente los Oscar también se rindan a este melodramático proyecto. Si John Wells hubiera sabido "cinematografiar" mejor este intenso guión, ahora estaríamos hablando de una de las mejores películas del año.
José Daniel Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario