lunes, 2 de diciembre de 2013

La guerra de precios de las entradas de cine entra en su fase más cruda y beligerante

"No se puede pagar lo mismo por ver "Gravity" que una película de autor". Juan Carlos Tous, director de Filmin, sorprendía con estas declaraciones y ponía de nuevo sobre la mesa el problema de los precios. Esto no es más que la punta del iceberg de algo aún mayor que afecta a exhibidores, distribuidores y productores. ¿Qué está pasando en el mercado del cine español?


Cinesa y Yelmo sorprendieron hace escasas fechas con una oferta que te permitía disfrutar del cine por el módico precio de 3,50 euros. La convocatoria fue un éxito, cuatriplicaron la asistencia y se volvió a demostrar cuál era uno de los focos a revisar para que el espectador volviera  a las salas. Sin embargo, algunos exhibidores vieron competencia desleal en esta medida y la guerra se volvió más encarnizada.

Se ha llegado a plantear un "día del espectador especial" que permita establecer algo que todas las salas se puedan permitir y no ayude a su desaparición. Debemos tener en cuenta que no todos los cines pueden permitirse rebajas tan grandes como las de las multisalas pero también es verdad que Yelmo está en una situación económica crítica y algo tendrá que hacer.

Las distribuidoras tampoco están muy contentas con estas entradas "low cost", máxime cuando ellas se llevan un porcentaje de cada entrada que se vende. Warner, por ejemplo, trabaja con un fijo por película lo que hace que el precio de las entradas no les influya prácticamente en nada. El problema es que ese fijo es alto y obliga a los exhibidores a plantearse si les conviene bajar precios en las películas de esa distribuidora.

Volviendo sobre el comentario del director de Filmin, si bien es algo que ya han experimentado títulos de bajo presupuesto como "Temporal", "Stockholm""El mundo es nuestro" y, de otra forma, "Carmina o revienta" con notable éxito, sería muy complicado decidir qué títulos podrían ser catalogados "de autor" ó "independiente". Además no sería raro que el espectador estableciera una conexión entre precio reducido y baja calidad que daría mala imagen a esas películas.

Todas las propuestas son bienvenidas y el contexto indica que los cambios son necesarios, pero algún día saldremos de esta crisis y los derrotados hasta ese momento tendrán que ser los menos posibles. Algo se está moviendo en las tripas de la Industria y se filtra más bien poco, pero no dudéis que el cine es un negocio y mucha gente está sufriendo. El cine es magia, pero la magia cuesta mucho dinero.

José Daniel Díaz

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